El trabajo en tiempos de crisis

🎬 No te conviertas en la servidumbre de tu jefe
En estos tiempos de crisis hacen su agosto los jefes déspotas para aprovecharse del tenebroso panorama económico y seguro que has escuchado las siguientes advertencias  ⚠️:
1) "Agradece a Dios que tienes trabajo". Esto muy bien apela a tu fe de que Dios te tiene en el lugar correcto. Si así lo crees, realmente ahí te quedarás sometido a su voluntad, no precisamente a la divina, sino al yugo de tu patrono.
2) "Valora el empleo porque es como llevas el sustento a tu familia". Esta es la parte más peligrosa para jugar con tu mente, porque es cuando conoce tus debilidades y problemas familiares, que sabe que todo depende de ti y busca explotarte pidiéndote más de lo establecido.
3) "Debes dar el máximo cada día, ya que con tu esfuerzo llegamos más lejos". Se interpreta que tienes que luchar por mantener tu puesto en la trinchera laboral. Tu productividad servirá para enriquecerlos, pero no se te ocurra pedir un aumento cuando llegues tan lejos porque te podría costar...
Expresiones como esas llevan a las personas a odiar sus trabajos. Lograr objetivos y hacer la diferencia no está en la fuerza bruta del sometimiento a los subordinados, sino todo lo contrario. Cuando escuchas las necesidades de tus empleados y creas un ambiente agradable se crea una verdadera lealtad y por ello la gente está convencida de que no es una obligación sino un deber dar lo mejor que tienen.
Recuerda que un trabajo es solo un instrumento para ganar dinero que empleas en tus necesidades y deudas contraídas. No eres indispensable, pero si es indispensable que tú te sientas bien con tu quehacer. El compromiso es con tu mejor bienestar, simplemente tú decides dónde poner tu potencial en acción y al servicio de los demás. Valora tu tiempo y tus capacidades, no trabajes de gratis porque eso le resta tiempo a tu familia, que es por quienes se supones te esfuerzas. No caigas en la trampa y ten presente siempre que todo lo que aprendes para enriquecer al que está arriba muy bien lo puedes emplear para ti mismo. Vivir sin jefe malo es igual que superar una relación de violencia de género, el te hará creer que no sirves y que nadie te querrá... La verdad es el descubrimiento de que puedes vivir mucho mejor sin gente que te amargue la existencia y anule tu talento. Les deseo un excelente comienzo de semana a todos mis resilientes y no olviden que regalar una sonrisa al que esté cerca, eso no arreglará al mundo, pero indudablemente mejorará el día de una persona.

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